martes, 19 de diciembre de 2017
Tomar conciencia de nuestro mundo interior, de nuestros conflictos internos, de nuestras heridas más profundas, de nuestras emociones, de nuestras creencias y patrones de comportamiento, de nuestra forma de ver y estar en el mundo, es el primer paso para comprender y diluir, para trascender todo lo que nos aleja de la luz que todos llevamos dentro. La oscuridad que hay dentro de cada persona se disipa entrando de lleno en ella con un candil cálido y brillante que nunca se apaga, una mirada de comprensión y amor hacia sí misma.
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